¿Es algo habitual para ti hurgar en el Smartphone de tu pareja? ¿Revisas los mensajes privados cuando él o ella se deja una red social abierta? Si las respuestas a estas preguntas son afirmativas, sigue leyendo, a pesar de que los celos son detectables fácilmente, muchas veces no queremos darnos cuenta.
Años atrás, una clara manifestación de control y desconfianza hacia la pareja era el registro de sus objetos personales; desde la agenda, el bolso o la cartera hasta el olor de los mismos, las marcas extrañas en la ropa, etc. A día de hoy estos hábitos han cambiado al igual que lo ha hecho nuestra sociedad. Los seres humanos estamos en continuo contacto con dispositivos electrónicos (que en algunos casos, hasta pueden contar con geolocalizador!), subimos imágenes y comentarios de nuestro día a día a las redes sociales y hasta el doble check o la última conexión del Whatsapp hace que estemos en continuo control por otras personas. Todos estos hábitos mencionados, pueden llegar a ser claves para que una persona celosa esté controlando totalmente qué haces, con quién y por qué, o al menos saque sus propias conclusiones que, por lo general, serán negativas y posesivas.
QUÉ SON LOS CELOS
Los celos son una forma de representación de nuestras emociones y surgen tanto en seres humanos como en otras especies animales, es por esto que se considera un sentimiento natural o esencial, además de negativo y dañino dado que se forman a través de sentimientos de dolor y tristeza. Este tipo de sentimiento se genera en cualquier tipo de relación y no importa la edad. En este post nos centraremos en cómo los celos se manifiestan en una relación romántica y en cómo son culpables de su deterioro.
Cuando los celos se manifiestan en una relación de pareja, es común creer que es un síntoma de amor incondicional, pero esto es un error. El deseo de posesión constante y egoísta de una persona es dañino para toda relación, haciendo que ésta se desgaste, y que ambas partes sufran y no acaben teniendo precisamente una increíble historia de amor.
POR QUÉ LOS SENTIMOS Y CÓMO LOS EVITAMOS
A continuación planteamos dos de las situaciones más habituales en las que surgen los celos en una relación:
- Inseguridad personal, cuando no confías en ti mismo y no te crees merecedor de la persona que tienes al lado estás generando desconfianza hacia la otra persona, creyendo que puede engañarte en cualquier momento en el que no te encuentres a su lado. Cree en ti, valórate como persona y disfruta de tu relación.
- Experiencias pasadas, si ya has sido traicionado alguna vez por alguien en el que confiabas, posteriormente es habitual que llegues a sentir celos debido al miedo de volver a ser traicionado. Este tipo de problema puede haber surgido en tu actual relación, en ambos casos, es lógico que te cueste recuperar la confianza, si con el paso del tiempo no consigues superarlo será necesario replantearse la situación para evitar seguir sufriendo.
El miedo a estar solo o el que aparezcan nuevas personas en la vida de la otra persona, entre otras cosas, también puede generar desconfianza, para evitarla es importante que trates de ponerte en la situación de la otra persona, quizás exageres tus pensamientos y no te des cuenta. En Ítaca Psicologos Coruña te recomendamos hablar con tu pareja de forma sana, sincera y sobretodo habitual, de esta forma evitarás mal entendidos y os sentiréis más seguros.